Haitianos caminan frente a las ruinas de edificios colapsados el 3 de febrero de 2010 en Puerto Príncipe.
Haitianos caminan frente a las ruinas de edificios colapsados el 3 de febrero de 2010 en Puerto Príncipe.
El balance de muertos por el sismo de Haití supera los 200.000, con más de 300.000 heridos, dijo el miércoles el Primer Ministro a la AFP, mientras se anunció que los diez estadounidenses presos por el caso de "niños robados" podrían conocer su suerte el jueves.
El miércoles también cientos de haitianos protestaron en Puerto Príncipe para expresar su rabia contra el gobierno, incapaz de saciar las necesidades de un pueblo aplastado por un terremoto.
En cuanto al nuevo balance de víctimas, el Primer Ministro Jean-Max Bellerive dijo en una entrevista con la AFP que aumentó en 30.000 muertos el saldo anterior de las autoridades.
"Hay más de 200.000 personas que fueron identificadas claramente como muertas", dijo Bellerive, y agregó que los 300.000 heridos habían sido internados "en hospitales, centros sanitarios y ambulatorios", y que 4.000 personas sufrieron amputaciones.
En cuanto a los diez estadounidenses que intentaron sacar de Haití a 33 niños sin permiso luego del terremoto, serán transferidos el jueves a la Fiscalía de Puerto Príncipe, que decidirá si tiene o no lugar un juicio por tráfico infantil, anunció este miércoles el juez del caso a la AFP.
"Obtuve la información preliminar y pasé el caso a la Fiscalía. Corresponde ahora a la Fiscalía decidir el siguiente paso en este caso", si son enjuiciados o no los diez estadounideses, declaró el juez de Paix de Delmas (centro de Puerto Príncipe), Isai Pierre-Louis, a cargo del caso.
Los portavoces de la organización que está velando por estos menores, SOS Village, indicaron que "entre 15 a 20 niños de este grupo" -cuyas edades oscilan entre dos meses y 12 años- afirmaron tener padres, de quienes dieron nombres e incluso direcciones.
Por otra parte, los habitantes de los campamentos de refugiados que se erigieron en Puerto Príncipe tras el terremoto del 12 de enero manifestaron su ira cerca de la alcaldía de Pétion-Ville contra el gobierno y las autoridades que no hacen llegar la ayuda requerida por los damnificados, constataron periodistas de la AFP.
En este lugar en el sudeste de la capital haitiana, donde viven las clases medias altas rodeadas de villas miserias, varios manifestantes lanzaron declaraciones desafiantes contra el presidente René Préval, la policía y la prensa.
En la tarde otra manifestación de unas 200 personas se realizó frente a la embajada estadounidense para expresar el mismo descontento con la entrega de ayuda, dos horas antes que el director adjunto para Haití de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Anthony Chan, mencionara los logros de su misión en la primera fase de limpieza de escombros.
Chan explicó en una conferencia de prensa donde asistieron sobre todo periodistas haitianos el lanzamiento del programa "Cash For Work" (Dinero por Trabajo), que prevé contratar a unos 20.000 haitianos para labores de reconstrucción a cambio del salario mínimo del país, 200 gourdes (5 dólares) por ocho horas de trabajo.
"Para mí es natural que (la gente) se sienta así (frustrada) después de una catástrofe de esta magnitud", dijo ante una prensa molesta porque las iniciativas de ayuda no están llegando a la mayoría de los afectados por el sismo. "Estamos haciendo lo mejor que podemos", agregó.
La ONU y representantes de distintas ONG de todo el mundo no han logrado ejecutar un plan eficaz de distribución de la ayuda internacional a los damnificados, quienes sienten que el saco de arroz de 25 kg o el agua llegan como una cuestión de suerte.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le pidió al ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton que "asuma un papel de liderazgo" en la coordinación de la ayuda internacional a Haití.